Seamos críticos

Hoy en día son muchos los temas que me agobian, debo decir, que me gustaría ser como una reportera y que mi mensaje le llegara a todo el mundo que habita en este país; esto porque me parece que la sociedad, actualmente, ha decaído mucho y no le gusta pensar en ciertas situaciones que acontecen día con día y que no queremos analizar.
Sea cual sea mi posición con el TLC, quiero aclarar ciertos puntos que me tiene con molestias, los cuales enumeraré de la siguiente manera:

1. Me parece totalmente fuera de contexto que la Iglesia se preste para dar comunicados de que el TLC va en contra de Dios, es decir, ¿donde esta la Iglesia? ¿Por qué se presta para incitar la ignorancia en el país?, Dios no tiene que ver con las acciones políticas en el país, y, no somos una Costa Rica en la que la Iglesia, no debería involucrarse en asuntos del Estado?. Es lamentable que una religión, específicamente, la católica se preste para estas situaciones.
2. ¿Cómo es posible que el estudiantado, en muchas ocasiones, se deje influenciar por lo que diga un profesor en el aula?...¿acaso no tenemos mente propia para externar nuestras opiniones? ¿acaso no ven los del NO que son manipulados de igual manera que los del SI?

Con esto no quiero decir que vaya con el Si o con el No, simplemente, me parece repugnante el hecho de que no nos informemos y no nos demos una opinión propia; que no forjemos un pensamiento personal y que nos dejemos manipular. Aún así, no quiero generalizar y se que hay muchos costarricenses que están informados y saben lo que es mejor para ellos pensar.

Así que concluyo diciendo que sea cual sea nuestra opinión sepamos diferenciar entre lo que está correcto y lo que no; y el seamos críticos ante una sociedad muy maniobrada.

Cristina Abigail Mora Galeano.

Estudiante de Secundaria. Hermana de este servidor.

Me parece que sus palabras deben ser aplicadas no sólo para decidir el futuro del TLC, si no que también para decidir de ahora en adelante, con el mismo ánalisis, nuestros futuros gobernantes. No votar por un partido específico, sino que votar en lo que nosotros mismos creemos que es lo mejor para el país. Basta de ser carne de cañón.

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